miércoles, 26 de octubre de 2011

Características de la s obras de Abraham Valdelomar.


Valdelomar usó el seudónimo de "El Conde de Lemos" en sus artículos periodísticos, y en algunas ocasiones firmó como "Val del Omar", aludiendo a un ancestro árabe.
De temperamento ágil, inquieto, extrovertido, hizo un culto de la pose, del esnobismo y el escándalo.
Se pueden distinguir dos momentos literarios en su obra.
1. En el primer momento su personalidad inquieta se adorna de poses, de gestos presuntuosos y atrevidos. Su pluma ágil toma temas exóticos y los perenniza en sus cuentos: Cuentos yanquis, Cuentos chinos, La ciudad muerta y La ciudad y los tísicos; para completar su carácter snob firma con el seudónimo de "Conde de Lemos".
2. El otro momento de su estilo aparece en sus cuentos regionales, en donde el paisaje provinciano es expresado a través de los recuerdos de un artista puro.
IMPORTANCIA LITERARIA:

Es uno de nuestros mejores cuentistas: Sus cuentos constituyen obras maestras del relato breve. Destaca más por los cuentos realistas en los que revela su auténtica sensibilidad hacia sus raíces peruanas y provincianas.

Líder de la Generación Colónida: Es el líder y fundador del movimiento Colónida, este movimiento estuvo conformado por escritores finos, individualistas y rebeldes.
CARACTERÍSTICAS DE SU OBRA:

1. Se le puede considerar como el iniciador del cuento criollo con El Caballero Carmelo, Yerba santa, entre otros

2. Su poesía y prosa tienen un lenguaje familiar, con gratos y dolidos recuerdos de infancia que crecen a la sombra de la casona paterna, el cercano mar, el campanario.

3. Es un pintor de costumbres, detallista y minucioso en las descripciones de situaciones, paisajes y personajes.

4. Su lenguaje es claro, expresivo y breve, trasladando al lector al mundo narrado.


Te invitamos a contestar la siguiente pregunta:
¿Qué similitudes encuentras en el cuento El caballero Carmelo y los ojos de Judas?

Valdelomar y el Movimiento Colónida.

En 1916 funda Colónida. Revista de combate, que reunió al movimiento colonidista conformado por los más distinguidos escritores de su generación, como Enrique Bustamante y Ballivian, José María Eguren, César Atahualpa Rodríguez y José Carlos Mariategui, entre otros. El movimiento Colónida hizo del Palais Concert, un café limeño muy de moda en la Belle epoque, su cuartel general de dandismo y decadencia. Ésta revista, a pesar de su corta duración -sólo publicó cuatro números-, tuvo una gran influencia en el ambiente cultural de su país. La nueva literatura peruana comienza a gestarse con Valdelomar y el movimiento Colónida.
Como observó Mariátegui, "Colónida" representó, no una revolución, sino solo "una insurrección”, una necesaria “fuerza negativa, disolvente beligerante” contra el academicismo reinante en la crítica y en la producción literaria, oponiéndose a figuras como José de la Riva Agüero y Osma y Ventura García Calderón. Los colónidas estaban en contra de toda rigidez literaria y pregonaron la renovación de temas y estilos.
Al mismo tiempo inauguró entre los literatos del Perú una conciencia cultural: en este sentido fue un manifiesto de afirmación nacional, opuesto a la dependencia que guardaban nuestras letras respecto de España, y defensor de un cosmopolitismo que devolviese al país su autonomía cultural. Son estos rasgos los que generaron la admiración Manuel González Prada hacia el grupo, llegando a afirmar el ya anciano literato que la generación “colónida” era la más fuerte, fecunda y valiosa de cuantas generaciones literarias hasta entonces tenido el Perú.
Simultáneamente mostró una preocupación por reivindicar y apoyar a los jóvenes valores de provincias, hasta entonces olvidados o simples convidados de piedra.
Pero el movimiento “colónida”, demasiado heterogéneo y anárquico, no pudo condensarse en una tendencia sólida y consistente. Sin embargo, el individualismo, la valentía, la agresividad y hasta la extravagancia de los "colónidos" dieron sus frutos. Aún cuando el grupo había finalizado en 1916, el movimiento siguió en marcha y se propagó por todo el Perú, en un alarde esteticista que nunca se había visto hasta entonces. Así, en Trujillo se formó el Grupo Norte,  que visitó el mismo Valdelomar, y en el cual actuaban Antenor Orrego, José Eulogio Garrido,  Alcides Spelucín, Juan Espejo Asturrizaga, Macedonio de la Torre (pintor), Víctor Raúl Haya de la Torre (líder estudiantil), entre otros. César Vallejo había integrado ese grupo, cuando era conocido como la “bohemia” de Trujillo, antes de pasar a Lima en 1918. En Arequipa, con tono más polémico, asumieron la responsabilidad de “Colónida”, Augusto Aguirre Morales, Percy Gibson, Miguel Angel Urquieta y César A. Rodríguez. En Piura, Cuzco, Cajamarca, se formaron grupos de tendencia literaria novedosa.
En resumen, “Colónida” constituyó el tránsito de la sensibilidad modernista hacia el vanguardismo. Autores peruanos como César Vallejo y Alberto Hidalgo, próximos al colonidismo al comienzo de su obra, lograrían unos años después instalar la “nueva literatura” tan buscada.

Después de haber leído te invitamos a contestar la siguiente pregunta:
¿Qué diferencias encuentras entre las obras modernistas y pos modernista como las de Abraham Valdelomar?






Conociendo la vida del Dandy peruano.

Escritor peruano nacido en Ica. Pese a la brevedad de su vida y obra, está considerado una figura muy influyente en el medio intelectual y artístico del siglo XIX, esa atmósfera (o ilusión) de era refinada y decadente que el crítico Luis Alberto Sánchez ha llamado "la belle époque peruana". En poco tiempo, Valdelomar hizo de todo: periodismo, poesía, cuento, novela, teatro, ensayo, crítica... Como lo hizo con elegancia y entusiasmo, esa energía se comunicó a gente de su edad y aun menores, que lo vieron como un maestro capaz de guiar sus gustos e inquietudes; entre ellos, alguien de la talla de Vallejo. Aunque adoptó la pose de dandy y snob, supo reflejar también el entorno de la aldea pobre y sus callados ritos de una manera que anuncia las búsquedas del criollismo. Este hombre que usó el aristocrático seudónimo de El Conde de Lemos y que gustaba firmar Val-del-omar, era en realidad un provinciano, nacido en Ica y criado en Paracas, en la costa sur del Perú. Sus contactos con el mar y el mundo campesino son experiencias que dejaron huellas en su obra literaria como él mismo lo menciona: "Yo soy aldeano y me crié a orillas del mar, viendo mis infantiles ojos de cerca y permanentemente la naturaleza. No me eduqué en los libros sino en el crepúsculo. Mi profesor de religión fue mi madre; y lo fue después, el firmamento [...] Mis maestros de estética fueron el paisaje y el mar; mi libro de moral fue la aldehuela de San Andrés de los Pescadores, mi única filosofía la que me enseñara el cementerio de mi pueblo. Yo dejé el pueblo amado de mi corazón a los nueve años". Como activo periodista, retrató con finura la vida literaria y social de Lima en crónicas publicadas en revistas y periódicos como Los Balnearios, El Comercio, La Prensa, La Crónica y Variedades, entre otros. En 1911, tras hacer vida de cuartel y escribir unas páginas al respecto, publicó dos novelas breves: La ciudad de los muertos y La ciudad de los tísicos, de sabor decadente. Tras su ingreso en la política, recibió el encargo diplomático que lo llevó a Italia en 1913, etapa durante la cual maduró literariamente. Allí escribió su cuento más famoso El Caballero Carmelo que aparecería después (Lima, 1918) en el volumen de cuentos homónimo y por el cual se le considera un innovador del género. De regreso a Perú, prosiguió su labor periodística y en 1916 fundó la revista Colónida, considerada la mejor de su época en Lima, pese a durar sólo cuatro números. Ese mismo año algunas composiciones poéticas suyas aparecieron en una antología colectiva titulada Las voces múltiples (Lima, 1916); el resto de su poesía sólo se conoció póstumamente. Publicó también Belmonte el trágico (Lima, 1918), ensayo de una estética futura, a través de un arte nuevo, que él mismo advierte poco tiene que ver con la crítica taurina. En plena actividad política, sufrió un accidente en Ayacucho y murió a los 31 años, dejando una obra dispersa y desigual en la que el impulso hacia la novedad está atemperado por un sabor tradicional.


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¿Crees la vida del autor y el lugar donde pasó su niñez influyó en sus cuentos y poemas?

Presentación

Bienvenidos a su blog Conozcamos al Conde de Lemos. Nos preguntamos  quién de ustedes no ha leído sus diversos cuentos y se ha identificado con  uno de suspersonajes de este gran  narrador, periodista, ensayista y dramaturgo peruano. Este escritor no sólo reconocido por sus emotivos cuentos y poemas, sino también por sus conocidas frases como:
«El Perú es Lima, Lima es el Jirón de La Unión, el Jirón de la Unión es el Palais Concert y el Palais Concert, soy yo».
Por ello te invitamos a recordar  la obra y hechos relevantes de la vida de Abraham valdelomar a través de la  lectura y comentario  la siguiente información.