miércoles, 26 de octubre de 2011

Valdelomar y el Movimiento Colónida.

En 1916 funda Colónida. Revista de combate, que reunió al movimiento colonidista conformado por los más distinguidos escritores de su generación, como Enrique Bustamante y Ballivian, José María Eguren, César Atahualpa Rodríguez y José Carlos Mariategui, entre otros. El movimiento Colónida hizo del Palais Concert, un café limeño muy de moda en la Belle epoque, su cuartel general de dandismo y decadencia. Ésta revista, a pesar de su corta duración -sólo publicó cuatro números-, tuvo una gran influencia en el ambiente cultural de su país. La nueva literatura peruana comienza a gestarse con Valdelomar y el movimiento Colónida.
Como observó Mariátegui, "Colónida" representó, no una revolución, sino solo "una insurrección”, una necesaria “fuerza negativa, disolvente beligerante” contra el academicismo reinante en la crítica y en la producción literaria, oponiéndose a figuras como José de la Riva Agüero y Osma y Ventura García Calderón. Los colónidas estaban en contra de toda rigidez literaria y pregonaron la renovación de temas y estilos.
Al mismo tiempo inauguró entre los literatos del Perú una conciencia cultural: en este sentido fue un manifiesto de afirmación nacional, opuesto a la dependencia que guardaban nuestras letras respecto de España, y defensor de un cosmopolitismo que devolviese al país su autonomía cultural. Son estos rasgos los que generaron la admiración Manuel González Prada hacia el grupo, llegando a afirmar el ya anciano literato que la generación “colónida” era la más fuerte, fecunda y valiosa de cuantas generaciones literarias hasta entonces tenido el Perú.
Simultáneamente mostró una preocupación por reivindicar y apoyar a los jóvenes valores de provincias, hasta entonces olvidados o simples convidados de piedra.
Pero el movimiento “colónida”, demasiado heterogéneo y anárquico, no pudo condensarse en una tendencia sólida y consistente. Sin embargo, el individualismo, la valentía, la agresividad y hasta la extravagancia de los "colónidos" dieron sus frutos. Aún cuando el grupo había finalizado en 1916, el movimiento siguió en marcha y se propagó por todo el Perú, en un alarde esteticista que nunca se había visto hasta entonces. Así, en Trujillo se formó el Grupo Norte,  que visitó el mismo Valdelomar, y en el cual actuaban Antenor Orrego, José Eulogio Garrido,  Alcides Spelucín, Juan Espejo Asturrizaga, Macedonio de la Torre (pintor), Víctor Raúl Haya de la Torre (líder estudiantil), entre otros. César Vallejo había integrado ese grupo, cuando era conocido como la “bohemia” de Trujillo, antes de pasar a Lima en 1918. En Arequipa, con tono más polémico, asumieron la responsabilidad de “Colónida”, Augusto Aguirre Morales, Percy Gibson, Miguel Angel Urquieta y César A. Rodríguez. En Piura, Cuzco, Cajamarca, se formaron grupos de tendencia literaria novedosa.
En resumen, “Colónida” constituyó el tránsito de la sensibilidad modernista hacia el vanguardismo. Autores peruanos como César Vallejo y Alberto Hidalgo, próximos al colonidismo al comienzo de su obra, lograrían unos años después instalar la “nueva literatura” tan buscada.

Después de haber leído te invitamos a contestar la siguiente pregunta:
¿Qué diferencias encuentras entre las obras modernistas y pos modernista como las de Abraham Valdelomar?






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